De este versículo, quiero compartirles
2 meditaciones en relación al trabajo misionero y el evangelismo:
“Aderezas mesa delante de mí en presencia de
mis angustiadores…”
Dios exalta a los humildes
en presencia de los angustiadores.
El rey Saúl por muchos
años angustió a David, pues estaba celoso de toda la bendición y prosperidad
que Dios daba al salmista.
En este mundo tendremos
angustiadores. Siempre habrá gente, incluso dentro de la iglesia, que nos harán
la vida imposible. El apóstol Pablo le dice a Timoteo:
“Pero tú sé sobrio en todo, soporta las
aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio”. 2 Tim 4:5
Jesús también nos advierte
y alienta.
“Estas cosas os he hablado
para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he
vencido al mundo”. Juan 16:33
Como hijos de Dios debemos
seguir trabajando para él, no tenemos nada que temer ante los angustiadores.
“…Unges mi cabeza con aceite; mi copa está
rebosando”.
En el pueblo de Israel,
todo primogénito recibía mayor reconocimiento.
David era el último, no tenía
muchos privilegios, un caso similar sucedió con José el hijo de Jacob. Pero
Dios lo eligió.
Siendo él el último de los
hermanos, no esperaba ser ungido por el profeta Samuel, el cual derramo aceite
de oliva, sobre su cabeza. Siendo este el contexto podemos sacar varias
lecciones.
Dios no llama a los más
capacitados pero capacita a los que llama.
La unción del Espíritu Santo,
colma la vida de sabiduría y muchas bendiciones.
Dios desea colmar a sus
hijos con el Espíritu Santo, y que sean un gran testimonio delante de todo
aquel que se encuentra lejos de Dios.
En estos tiempos tan
difíciles, cuando estamos rodeados de angustia, podemos trabajar con gozo, y
alabar a Dios por sus bendiciones. Demos gloria y gratitud a aquél que aun
siendo nosotros inmerecedores, nos llamó para ser sus discípulos.
Mi decisión
- Gracias Señor por tu promesa. Trabajaré confiado de que Dios me bendecirá y me dará fuerza para soportal las aflicciones y a los angustiadores.
- Estoy seguro de que Dios me llamó para su servicio, me capacitará y otorgará los dones necesarios. Decido servirle y hacer lo mejor para él.