El compañero impresindible en el viaje de l vida. El camino a Emaús (Lucas 24:13-47)


Apreciados amigos, hoy comparto esta meditación basada en el Lucas 24:13-47.
de donde extraeremos 4 lecciones para la vida diaria.

Los problemas no nos permitirán ver a Jesús.
Jesús recluto discípulos, el mensaje en primera instancia era para la casa de Israel. A los suyos vino, pero los suyos no lo recibieron, los seguidores de cristo debían permanecer en Jerusalén y esperar con fe la resurrección de su maestro. Estos hombre regresaban lamentando la muerte de quién esperaban beneficios terrenales, El desánimo hace que regresemos al pasado. Como estos hombres que regresaban de Jerusalén a Emaús.
El desánimo hace que la personas retrocedan en la vida espiritual.  Los problemas  hacen que sea difícil levantar la mirada al cielo. La respuesta puede estar tan cerca, pero será imposible de ver por causa del desánimo.

Con Jesús el camino se hace más corto y gozoso
Cuando el viajero “Jesús” comenzó a explicarles todas las cosas que se habían dicho del Mesías, y cómo era necesario que sufriera. El corazón de los caminantes a Emaús, vibraba de emoción. La conversación era interesante,  la alegría y el gozo habían regresado.  El camino se hizo corto, de pronto ya habían llegado. No le dejaron irse,  antes, lo invitaron a quedarse con ellos.
Así es cuando dejamos que Jesús nos acompañe en el camino de esta vida. Este camino es difícil, estrecho, pero conduce a la vida eterna. Todo seguidor de Cristo experimentará lo difícil que es seguirlo. Pero con Jesús la carga se hace llevadera. El camino se hace corto y la esperanza de su segunda venida se hace más cercana.

Invitando a Jesús a nuestra vida, podremos ver.
Cuando hicieron entrar a casa a Jesús, y cenaron, por fin pudieron darse cuenta, que el caminante que los había acompañado era Jesús. Sus ojos fueron abiertos.
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”. Apoc. 3:20
Podremos ver a Jesús cuando “compartimos el pan” son dos cosas totalmente diferentes, comer el pan y compartir el pan. Habiendo tanta necesidad, debemos compartir el pan espiritual. Y para poder dar, debemos nutrirnos bien, del pan de Vida. Jesús les dijo: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre, y el que en  cree, no tendrá sed jamás” Juan 6:35

Un encuentro con Jesús, nos compromete con el evangelismo.

 El relato concluye en que después de haber tenido un encuentro con Jesús, estos hombres no se quedaron Emaús. En esa misma hora, regresaron a Jerusalen para anunciar la resurrección de Cristo y todas las cosas que habían sucedido en el camino.
Después de tener un encuentro personal con Cristo, no hay más pretexto para continuar en inactividad espiritual. La expresión "en esa misma hora" nos exhorta de que el tiempo para evangelizar es HOY no mañana.
¿Qué hablaremos? Testificaremos las maravillas que Dios hace con nosotros, mientras velamos su segunda venida.


Mi decisión
  • Señor Perdóname las veces que retrocedí en mi vida espiritual por causa del desaliento.
  • Quiero invitar a Jesús a que me acompañe en mí caminar.
  • Jesús, quiero abrirte las puertas de mi corazón y poder verte.
  • Quiero ir a anunciar el mensaje y las cosas que Jesús ha hecho en mi vida con quienes no tienen esperanza.


Si has tomado esta decisión,  te invito a que compartas este mensaje para que otras personas puedan ser bendecidas. que Dios te bendiga.


Por: Gerson Vega

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