Refresca tu vida (Juan 4:13-14)


De este pajarito, podemos aprender mucho. Noten el ingenio y esfuerzo que tiene que hacer para poder beber el agua.
El agua esta allí, fresca, cristalina y en abundancia, ¿Cuánto te esfuerzas para que la palabra de Dios refresque tu vida? hoy la palabra de Dios esta disponible, fresca cristalina y en abundancia y lo mejor de todo es que y es gratis.  Lamentablemente, muchos no la valoran. Hoy es el día para saciarnos del agua que Jesús nos quiere dar. Y no tendremos sed jamás. Que Dios te bendiga.

En los momentos de desafío y en la rutina diaria, la importancia de refrescar nuestra fe con la Palabra de Dios se revela como un manantial inagotable de renovación espiritual. El Salmo 119:105 proclama: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino". La Escritura, como una lámpara divina, ilumina nuestro camino, proporcionando claridad en medio de la oscuridad y dirección en la incertidumbre.

La lectura diaria de la Biblia nutre nuestra alma, recordándonos las promesas eternas de Dios. En Isaías 40:8 leemos: "Seca la hierba, marchita la flor; pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre". Al refrescar nuestra fe con la Palabra, nos anclamos en una verdad perdurable que trasciende las fluctuaciones de la vida, infundiendo esperanza y fortaleza.

El poder transformador de la Palabra de Dios revigora nuestra mente y corazón. Romanos 12:2 nos insta: "No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta". Al refrescar nuestra fe con las Escrituras, experimentamos una renovación que moldea nuestras perspectivas y nos alinea con la voluntad divina.

En los momentos de agotamiento espiritual, la Palabra de Dios es un manantial refrescante. Jesús nos invita en Mateo 11:28: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar". Al sumergirnos en las Escrituras, encontramos descanso para el alma y restauración para el espíritu.

En conclusión, refrescar la fe con la Palabra de Dios no solo es un acto de devoción, sino un medio vital de renovación espiritual. A través de las Escrituras, encontramos dirección, esperanza, transformación y descanso para nuestras almas sedientas. Este manantial divino está siempre abierto, esperando saciar nuestra sed espiritual y revitalizar nuestra fe en el camino de la vida cristiana.


Mi decisión
  • Señor Perdóname las veces que no consideré tan especial tu palabra, que tu Sato Espíritu me ayude a estudiarla y entenderla.
  • Quiero compartir esta agua tan especial, y que refresque a otros que puedan tener una vida árida y sedienta.

Si has tomado esta decisión,  te invito a que compartas este mensaje para que otras personas puedan ser bendecidas. que Dios te bendiga.



Por: Gerson Vega

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