Sea un Discípulo y Comprométase

Este seminario tiene el proposito de motivar la iglesia y llevar a los hermanos a que se comprometan en el discipulado.
“La obra de Dios en esta tierra no podrá nunca terminarse antes que los hombre y mujeres abarcados por el total de miembros de nuestra iglesia se unan a la obra, y aúnen sus esfuerzos con los de los pastores y dirigentes de las iglesias” Obreros evangélicos, p. 365


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Pr. Benito Vega


Compromiso Misionero: La Importancia de Ser un Discípulo de Jesús

En el corazón del llamado cristiano yace la esencia misma de ser discípulo de Jesús. Más allá de la aceptación de la gracia salvadora, el discipulado implica un compromiso activo con la misión de llevar el mensaje redentor a todas las naciones. La importancia de ser un discípulo comprometido con la misión resuena en la esencia misma del Evangelio.

El Señor Jesús, antes de ascender a los cielos, dejó a sus seguidores una tarea clara en Mateo 28:19-20: "Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado". Este mandato no es una sugerencia, sino la piedra angular del discipulado cristiano. La importancia de abrazar este llamado radica en nuestra responsabilidad de compartir la esperanza que hemos encontrado en Cristo.

Ser un discípulo comprometido con la misión implica más que una mera divulgación verbal del Evangelio; es vivir una vida que refleje las enseñanzas de Jesús. La autenticidad en el testimonio diario lleva consigo la capacidad de impactar vidas de manera profunda y duradera. Nuestro compromiso con la misión no solo se manifiesta en palabras, sino en acciones que reflejan el amor y la gracia de Cristo.

El compromiso misionero también nos impulsa a salir de nuestra zona de comodidad. Jesús nos llama a ir más allá de las fronteras familiares y culturales, llevando el Evangelio a todos los rincones del mundo. La importancia de este compromiso se evidencia en el deseo de superar obstáculos y responder al llamado misionero incluso cuando implica sacrificio personal.

Además, ser un discípulo comprometido con la misión implica una respuesta activa a las necesidades del prójimo. La ética del servicio y la compasión se arraiga en la enseñanza de Jesús de amar al prójimo como a uno mismo. La misión cristiana va más allá de la proclamación; se manifiesta en acciones prácticas que buscan aliviar el sufrimiento y restaurar la dignidad humana.

El compromiso misionero también es una expresión de gratitud por la gracia recibida. Al comprender la magnitud del regalo salvador, el discípulo comprometido se siente compelido a compartir esta gracia con otros. La importancia de ser un discípulo misionero radica en la capacidad de ser un canal a través del cual el amor de Dios fluye hacia aquellos que aún no han escuchado la buena noticia.

La importancia de ser un discípulo de Jesús comprometido con la misión radica en la fidelidad al mandato del Señor, en la autenticidad de nuestro testimonio, en la disposición para salir de la zona de confort, en el servicio activo a los necesitados y en la gratitud expresada a través del compartir de la gracia redentora. Es un llamado a vivir una vida que refleje la luz de Cristo en cada rincón del mundo, llevando consigo la esperanza transformadora que solo Él puede ofrecer.









 

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