Testimonios para la gloria de Dios

Y ahora, por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su nombre 
Hechos .22:16 

El libro de los Hechos de los Apóstoles es una valiosa fuente de inspiración y enseñanza para los creyentes cristianos. En sus páginas, encontramos una serie de relatos que ilustran la obra del Espíritu Santo y el crecimiento de la Iglesia primitiva. Uno de estos momentos clave se encuentra en Hechos 22:16, donde el apóstol Pablo comparte su experiencia de conversión y bautismo. Este pasaje nos revela la importancia del bautismo como un testimonio de la transformación que experimentamos en Cristo.

I. El contexto de Hechos 22:16:
En Hechos 22:16, el apóstol Pablo relata su encuentro con Ananías después de su dramática conversión en el camino a Damasco. Ananías le dice a Pablo: "Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate y lava tus pecados, invocando su nombre" (Hechos 22:16). Este versículo nos muestra que el bautismo es un paso esencial en el camino de la fe.

II. El bautismo como testimonio de la fe:
El bautismo es mucho más que un simple acto ritual. Es un testimonio público de nuestra fe en Jesucristo como Salvador y Señor. Cuando nos sumergimos en las aguas del bautismo, estamos proclamando al mundo nuestra decisión de seguir a Cristo y de ser limpiados de nuestros pecados. Es un acto de obediencia a la Palabra de Dios y una expresión de nuestra gratitud por la obra redentora de Jesús en la cruz.

III. La transformación en el bautismo:
El bautismo no solo simboliza la limpieza de nuestros pecados, sino también nuestra identificación con la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. Cuando emergimos del agua, estamos declarando que hemos sido crucificados con Cristo y que ahora vivimos en una nueva vida en Él (Gálatas 2:20). Este acto de sumersión simboliza nuestra vieja naturaleza pecaminosa quedando atrás y nuestra nueva identidad en Cristo.

Conclusión:
Hechos 22:16 nos recuerda la importancia del bautismo como testimonio de nuestra fe y transformación en Cristo. Al obedecer el mandato de bautizarnos, estamos dando un paso público de obediencia y proclamando nuestra identificación con Jesucristo. A medida que continuamos creciendo en nuestra relación con Él, el bautismo sigue siendo un recordatorio constante de la obra redentora de Cristo en nuestras vidas. Que podamos celebrar y compartir este testimonio de transformación con gratitud y humildad, reconociendo que somos nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17).


Cada persona convertida, tiene un testimonio poderoso para contar.
Cuando el Espíritu Santo toca el corazón del pecador arrepentido, solo queda caer rendido y entregarse a Jesús.

La foto de este artículo corresponde al año 2015. Bautismos en la comunidad de Sipascancha, Paucartambo, Cusco - Perú, 
Por: Gerson Vega

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