El divino Pastor

La vida contiene matices donde florecen todas las emociones. Solo Dios nos permite tener claridad cuando todo parece oscuro y caótico.

Todos pasamos por situaciones complejas. La cruz que cada uno carga puede ser diferente, pero todo cargamos una. Seguir a Cristo, siempre será un gran desafío que solo los valientes se animan a seguir. Los que se adentras solos en momentos difíciles hallarán desesperación y ruina. Con Cristo puede existir gozo en medio de la prueba. Él prometió acompañarnos todos los días hasta el fin del mundo. Hoy ppodemos tener la seguridad que Dios cumple sus promesas.

En mi experiencia personal puedo decir que en varias oportunidades he sentido el abrazo de Dios, también pude sentir su mano poderosa, sostener y levantar mi rostro al cielo. Sin duda confiar en sus promesas ha sido un baluarte en medio de los momentos más angustiosos de depresión y solead.

Dios me permitió viajar a lugares muy alejados para ayudar a muchas familias y personas, que nunca pensé conocer. Cada caso era diferente y todo lo que Dios me mostro en esas experiencias, me ayudó a pasar aquel valle oscuro de la vida que puede presentarse de forma inesperada. Hoy tengo la seguridad que cuando lleguen momentos difíciles, Dios estará conmigo.

Cuando pasé por angustia. éste texto que compartiré con ustedes, me ayudó mucho a reconfortarme y salir adelante.

En todas nuestras pruebas, tenemos un Ayudador que nunca nos falta. Él no nos deja solos para que luchemos con la tentación, batallemos contra el mal, y seamos finalmente aplastados por las cargas y tristezas. Aunque ahora esté oculto para los ojos mortales, el oído de la fe puede oír su voz que dice: No temas; yo estoy contigo. Yo soy “el que vivo, y he sido muerto; y he aquí que vivo por siglos de siglos.” Apocalipsis 1:18. He soportado vuestras tristezas, experimentado vuestras luchas, y hecho frente a vuestras tentaciones. Conozco vuestras lágrimas; yo también he llorado. Conozco los pesares demasiado hondos para ser susurrados a ningún oído humano. No penséis que estáis solitarios y desamparados. Aunque en la tierra vuestro dolor no toque cuerda sensible alguna en ningún corazón, miradme a mí, y vivid. “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán; mas no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz vacilará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.” Isaías 54:10. (Escrito por Elena G. de White, El Deseado de Todas las Gentes", página 447)

Este párrafo, forma parte de uno de los textos más relevantes y favoritos en mi historia. Te animo a hacerlo tuyo también y compartirlo con quien lo necesite.

Que Dios te bendiga.Pr. Gerson Vega

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