Trascendencia en
la Vida Diaria:
En la travesía de la vida, la idea de
ser trascendente cobra un significado profundo y esencial. No estamos
destinados a permanecer siempre en un mismo lugar; por lo tanto, es imperativo
dejar un impacto duradero que perdure más allá de nuestra presencia física.
Este deseo de trascendencia encuentra sus raíces en principios bíblicos que nos
enseñan a amar, ser humildes y a trabajar para Dios.
I. Amar a las Personas: El Método de Cristo
Jesucristo, como modelo supremo, nos dejó un ejemplo inigualable de cómo amar a
las personas.
a. Relación con Todas las Personas: Jesús no
discriminaba; su amor abarcaba a todas las edades, clases sociales y
circunstancias.
Texto Bíblico: "Y les dijo: 'Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura.'" (Marcos 16:15)
b. Hacer Bien a los Demás: El propósito de Cristo era
hacer el bien a aquellos con los que se encontraba, mostrando compasión y amor
genuino.
Texto Bíblico: "…Cómo Dios ungió con el Espíritu
Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y
sanando a todos los oprimidos por el diablo…" (Hechos 10:38)
c. Simpatía y Atención a las Necesidades: La simpatía
de Cristo hacia los demás se evidencia en su constante atención a sus
necesidades físicas y espirituales.
Texto Bíblico: "Y Jesús, saliendo, vio una gran
multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían
pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas." (Marcos 6:34)
d. Invitar a Ser Discípulos de Jesús: El amor de
Cristo se manifestaba en su deseo de compartir el mensaje redentor y llamar a
las personas a seguirle.
Texto Bíblico: "Y les dijo: 'Venid en pos de mí, y
haré que seáis pescadores de hombres.'" (Mateo 4:19)
e. No Disparar a los Heridos: La compasión de Cristo
también se extendía a aquellos heridos física, emocional o espiritualmente.
Texto Bíblico: "Y el que a vosotros recibe, a mí me
recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió." (Mateo 10:40)
II. Ser Humilde: Aprender de la Sabiduría Colectiva
La humildad es clave para trascender y dejar un legado duradero.
a. No Encerrarse en un Concepto Personal: La humildad
nos insta a no aferrarnos obstinadamente a nuestras propias opiniones, sino a
estar abiertos a la corrección y aprendizaje.
Texto Bíblico: "No seas sabio en tu propia opinión;
teme a Jehová, y apártate del mal." (Proverbios 3:7)
b. Sabiduría en la Multitud de Consejo: Buscar la
sabiduría a través del consejo de otros es un principio bíblico que fomenta la
toma de decisiones informadas.
Texto Bíblico: "Donde no hay consejo, los proyectos
salen mal, pero en la multitud de consejeros hay éxito." (Proverbios
15:22)
c. Liderazgo de Servicio: La humildad se refleja en
un liderazgo que sirve a los demás, en lugar de buscar el poder y la autoridad.
Texto Bíblico: "El mayor entre vosotros será vuestro
siervo." (Mateo 23:11)
III. Trabajar para Dios: Buscando la Excelencia La
trascendencia se alcanza cuando trabajamos con un propósito superior.
a. No Conformarse: El conformismo es contrario al
llamado bíblico de buscar la excelencia en todo lo que hacemos.
Texto Bíblico: "Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres." (Colosenses 3:23)
b. Dar lo Mejor y Hacer Mucho Más: La excelencia se
manifiesta al dar lo mejor de nosotros y esforzarnos más allá de lo requerido.
Texto Bíblico: "Y todo aquel que compite, de todo se
abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero
nosotros, una incorruptible." (1 Corintios 9:25)
c. No Trabajar para Hombres, Sino para Dios: El
enfoque debe estar en agradar a Dios en nuestro trabajo, reconociendo que él es
nuestro verdadero jefe.
Texto Bíblico: "Ningún siervo puede servir a dos
señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro." (Lucas 16:13)
Conclusión: En la implementación diaria de estos
principios bíblicos —amar a las personas, ser humilde y trabajar para Dios—
encontramos la senda hacia la trascendencia. Recordemos que Dios es nuestro
ayudador, en Él depositamos nuestra confianza, y al seguir estos secretos,
podemos dejar un legado duradero que glorifica su nombre. ¡Que Dios te bendiga
en esta jornada de trascendencia y amor al prójimo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario