Jeremías 1:5-12 PDT
«Antes de que yo te formara en el vientre de tu madre, ya te conocía. Antes de que nacieras, ya te había elegido para que fueras un profeta para las naciones». Entonces yo le respondí: —Pero Señor DIOS, yo soy muy joven y no sé hablar en público. Y el SEÑOR me dijo: —No digas que sólo eres un joven, porque irás a donde yo te envíe y dirás todo lo que yo te ordene. No le temas a la gente, porque yo estaré protegiéndote. Es la decisión del SEÑOR. Luego el SEÑOR extendió su mano y me tocó la boca, y me dijo el SEÑOR: «He puesto mis palabras en tu boca. Hoy te he elegido a ti para llevar a cabo una tarea que afectará naciones y reinos. Los removerás y provocarás su caída, los harás desaparecer y los destruirás y también los reconstruirás y los plantarás de nuevo». Me llegó este mensaje del SEÑOR: «¿Qué ves, Jeremías?» Yo respondí: «Veo una rama de almendro». El SEÑOR me dijo: «Has visto bien, porque estaré pendiente de que se cumpla todo lo que te digo en mi mensaje».
Creo fervientemente que Dios me
llamó para hacer su obra. El llamado de Dios fue prepararme para algo mucho más
grande. Ir donde otros no podrían llegar.
Con la profesión que
estudiaste, universitaria, técnica, o en la universidad de la vida. Dios se
encarga de formar a los que llama para su obra.
Desde muy pequeño mis padres me
dedicaron a Dios. estudié en colegios adventistas la primaria y secundaria, Comporté
cada verano mientras estudiaba Religión y Salud Pública en la Universidad
Peruana Unión, de la cual egresé y serví durante muchos años dentro de la
organización de la iglesia adventista del séptimo día como misionero y pastor.
Dios me bendijo con dos hijos. pasé por pruebas muy difíciles, accidentes, enfermedades,
incluso la separación.
Estoy seguro que Dios sigue
obrando y extendiendo un camino mucho más elevado para mi. El tiempo tan solo
es un detalle. Dios me fortalece y puedo andar con la frente en alto. mientras
me sigo preparando para lo que Dios quiere.
Las oportunidades llegan a los
que están más preparados. Lo más importante para mi es estar aprobado por Dios
y poder tener la paz que solo él puede dar.
Estar tranquilo en el día final
sabiendo que mi corona está asegurada.
muchas historias se crean cada día,
pero la única cierta, es la que Dios tiene registrada en su libro, a la cual me
someto dando evidencia de los frutos que sólo puede dar el Espíritu Santo.
Agradezco a todos por sus
oraciones, y buenos deseos.
Ahora, ya no tengo un distrito
misionero, Ahora Dios pone frente a mi el mundo entero.
Ahora soy siervo de mis
hermanos, como diría el apóstol Pablo.
El ministerio de ganar a otras
personas para el reino de los cielos, es para todos. y podemos trabajar para
Jesús en todo tiempo.
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