Lee 3ra de Juan:
Referencias: Salmos 127:1-2; Isaías 43:4; Daniel 9:23; Mateo 3:17; Lucas 3:22
El amado es un título muy especial en toda la Biblia, es
un título que Dios coloca a todo aquel que hace su voluntad y tiene
características específicas. ¿Te gustaría tener la dicha ser llamado así
también por Dios?
El Apóstol Juan, describe las características que son muy
notoria en Gayo.
Juan describe estas características que son de gran
bendición para el crecimiento de la Iglesia:
·
Tiene que haber nacido de Dios. (Bautismo por
Agua) En el versículo 4, es muy claro entender que Gayo recibió el mensaje por
medio de Juan.
·
Conoce a Dios, (Bautismo diario del Espíritu
Santo) Cuando buscamos a Dios escudriñando las escrituras, todos los días en la
primera hora de cada mañana, y permaneciendo en Jesús.
·
Tiene amor, al conocer a Dios entonces puede
amar, 1 Juan 4:7-8.
·
Anda en la verdad.
·
Tiene buen testimonio.
·
Tiene gozo y comparte gozo.
·
Tiene Salud y Prosperidad.
·
Es humilde
·
Recibe en la Iglesia, (trato especial con
“todos” A1)
·
Escucha y sigue el consejo, sigue lo bueno. v:11
·
El amado Visita. v:13
·
Conversa cara a cara.v:13
·
Tiene los mejores deseos e intenciones v:15
En esta carta también (versículos 9-10) se habla de
Diofretes, que tiene características negativas opuestas al amado.
Juan describe estas características muy dañinas:
§
Le gusta tener el primer lugar ente ellos (Egocéntrico)
§
No nos recibe, (no tiene respeto por las
autoridades que llegan).
§
Parlotea con palabras malignas contra “nosotros”
habla mal de los líderes, pastores, y otros hermanos.
§
No recibe a los hermanos, (recibir también
involucra el hecho de invitar a la casa
compartir el pan y ser hospedador)
§
Prohíbe recibir
§
Los expulsa de la iglesia, (ganas y sed por
disciplinar).
¿Cuántas veces hemos sido como Diófretes? Estas personas
también tienen la oportunidad para ser trasformados por el amor, la solución es
buscar y conocer Dios.
¿Como quién quieres ser hoy y cada día? ¿Qué testimonio
te gustaría tener?
Que Dios te bendiga.
Por: Gerson Vega
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