El Poder de Meditar en Jesús



La Escritora de renombre internacional Elena G de White, depues de haber experimentado muchos momentos difíciles y a lo largo de su experician de crecimiento personal y espiritual, escribió: 

"Una hora de meditación es de más valor que los días empleados en estudiar a los autores más capaces—Hno. Hull, Dios desea que se acerque más a él, en donde se pueda asir de su fortaleza, y por medio de una fe viva clamar su salvación, y ser un hombre fuerte. Si usted fuera un hombre devoto y pío en el púlpito y fuera de él, una poderosa influencia le asistiría en su predicación. Usted no escudriña su corazón a fondo. Ha estudiado muchas obras para hacer sus discursos cabales, competentes y agradables. Pero ha descuidado el estudio mayor y más necesario, el estudio de Ud. mismo. Un conocimiento completo de usted mismo, la meditación y la oración, han sido muy descuidados por usted. Estas han llegado a ser un asunto secundario. Su éxito como ministro depende en guardar su propio corazón. Recibirá más fortaleza pasando una hora diaria en la meditación, y llorando por sus fracasos y las corrupciones del corazón, y rogando a Dios por su amor perdonador, y la certeza del perdón de sus pecados, que lo que haría pasando muchas horas y días en estudiar a los autores más capaces, y familiarizándose con cada objeción de nuestra fe, y las evidencias más poderosas en favor de nuestra fe.—The Review and Herald, 19 de enero de 1864. – {MPa 27.1}


En este acelerado ritmo de vida, la meditación en Jesús se presenta como un refugio divino, un momento sagrado en el que nuestros corazones pueden descansar y renovarse. En Salmo 1:2, encontramos la clave: "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche." La meditación en la Palabra de Dios es un bálsamo para el alma, una fuente de fortaleza en medio de las tribulaciones.

La Fuente de la Verdadera Paz:
En Filipenses 4:6-7, el apóstol Pablo nos exhorta: "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús." La meditación en Jesús nos conduce a experimentar una paz que trasciende las circunstancias, una paz arraigada en la confianza en nuestro Salvador.

Renovación de la Mente:
Romanos 12:2 nos instruye: "No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta." La meditación en Jesús tiene el poder de renovar nuestra mente, de cambiar nuestra perspectiva y alinearnos con la voluntad divina. En esos momentos de reflexión, encontramos la sabiduría que proviene de lo alto.

Conexión Íntima con Dios:
En Juan 15:5, Jesús nos revela: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer." La meditación constante en Jesús fortalece nuestra conexión con él. Es en esos momentos de comunión silenciosa que descubrimos la profundidad del amor divino y recibimos la gracia para enfrentar cada día con confianza.

Conclusion:
Al meditar en Jesús, encontramos un poder transformador que va más allá de las palabras y las reflexiones superficiales. Es un acto de sumergirse en la verdad eterna de la Palabra de Dios y permitir que esa verdad moldee cada aspecto de nuestra vida. Que cada uno de nosotros encuentre tiempo en medio de nuestras ocupaciones para meditar en Jesús, experimentando así el poder divino que trae paz, renovación y una conexión íntima con nuestro Salvador. Amén.

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